Des-programa tu Gestación

El transgeneracional es el último estudio de nuestra vida. Somos todos diamantes con muchas facetas, que hemos vivido y grabado desde nuestro nacimiento un proyecto sentido y transgeneracional.

Todo el mundo debería conocer su árbol genealógico. La familia es nuestro cofre del tesoro o nuestra trampa mortal. Alejandro Jodoroswsky.

En la década de 1970, los psicoanalistas Húngaros Nicolas Abraham y María Törok incorporaron el concepto de transmisión transgeneracional en sus trabajos sobre conceptos transgeneracionales, como el duelo, las identificaciones y el fantasma.
Cuando llegamos al mundo e incluso antes del nacimiento, nuestra familia tiene una herencia lista para nosotros, y esta no es solo material; también heredamos, sin ser conscientes, todo tipo de conflictos afectivos, intelectuales, corporales y sexuales que van a programar o influir profundamente en nuestras vidas.
Estamos atados sin saberlo a conductas y comportamientos que nos dificultan en ciertos aspectos de nuestra vida, cuyos orígenes permanecen sepultados silenciosamente en la sombra inconsciente.
Observar nuestro árbol genealógico nos permite sacar a la luz las limitaciones, prohibiciones y reglas que nos dejaron nuestros ancestros, para que de esta forma podamos desactivar las repeticiones o programas poco saludables y potenciar aquellas cosas útiles que nos conducen a la evolución personal y de nuestra familia.
Es un lenguaje de precisión matemática, un sistema de repeticiones con fechas, disfunciones, muertes, situaciones, nombres: mapas neurológicos que se transmiten de generación en generación.
Somos portadores de los conflictos no solucionados de nuestro árbol y eso se manifiesta en nosotros en el plano material (económico, laboral, malestares físicos…), en el plano emocional (relaciones de pareja, hijos, amigos…), en los planos sexual e intelectual, etc. Lo que nos hace sufrir y nos impide realizarnos y ser felices, en definitiva.
Sigmund Freud afirmó en 1914, en Recordar, repetir y reelaborar, que la repetición es una forma de rememorar que ocupa el lugar del recuerdo. El transgeneracional no se puede entender sin las repeticiones. El clan es un sistema jerarquizado de solidaridad y de pertenencia que rechaza todo lo novedoso. En el clan impera el mandato: «Tienes que ser como nosotros».
En lo que llevo trabajando con el transgeneracional y desde mi propia experiencia, el ser consciente de todos los patrones que llevas, todo lo cambia y lo sana. Cuando una persona hace el transgeneracional y es consciente de lo que trae, su expresión lo dice todo. Primero con la toma de consciencia, segundo con lo que siente y tercero con la transformación que se manifiesta. Reparar en una enfermedad o situación, permite a las personas mejorar su estado, y por consiguiente, mejorar también sus amistades, su familia y el entorno de todo aquello que les rodea. Sientes una gran liberación desde el amor y el entendimiento.
En un sentido biológico, la pertenencia al clan es una condición esencial para poder sobrevivir. Ser excluido significa morir de hambre o ser atacado. Esta condición sigue grabada profundamente en nuestro inconsciente y se traduce en un terror ante la perspectiva de ser expulsados. El miedo a la exclusión va parejo al miedo al futuro: no hay porvenir si no es en el interior del clan. El clan no nos permite evolucionar más que en la dirección que nos impone. Nos impide actuar a favor de la mutación y nos empuja a repetir cosas que ya han ocurrido previamente. Si un miembro pretende romper con la cultura del clan y proyectar su propio destino, el clan renegará de él. Ese miedo a lo desconocido es el que nos empuja a permanecer siendo siempre el mismo, haciendo lo mismo y siguiendo esa fidelidad.
El análisis transgeneracional se centra sobre todo en la transmisión a lo largo de tres generaciones. Nicolás Abraham y Maria Törok, pioneros de la transmisión transgeneracional, dieron nombre a cada una de esas generaciones y describieron sus distintas circunstancias y funciones en la transmisión.
La primera generación es la que vive el trauma. Desbordada psicológicamente por lo dramático e inesperado del suceso, esta primera generación es incapaz de hacer el duelo y de poner palabras a lo ocurrido. Tiende, de manera consciente, a no hablar de ello a sus hijos para no hacerles daño.
Se reprimen esas emociones desbordantes; pero el impacto permanece en la mente. No obstante, no se puede evitar la transmisión no verbal a través de gestos, actitudes, lapsus y tonos de voz que delatan. Cuanto más se intenta ocultar un trauma, un secreto, más intensamente se siente y se percibe, generando repeticiones y obsesiones.
Para la segunda generación «lo indecible» se transforma en «lo innombrable». Son los hijos de quienes han vivido la situación traumática. Es posible que hayan recibido información de palabra de sus padres, pero seguramente habrán sido palabras no acompañadas de emociones congruentes y también a través de silencios cargados de emociones. Los silencios de los padres generan en los hijos desconfianza en las relaciones humanas; estos aprenden que es mejor no confiar.
En la biblia pone: Los padres comen uvas verdes y a los hijos les rechinan los dientes.

¿Cómo nos afecta la transmisión transgeneracional?

  • No todos los descendientes cargan con los traumas de la misma forma ni con la misma intensidad. Esto dependerá de las características que rodearon al proceso traumático del tiempo de cómo afectó y afecta a la familia.
    Lo esencial para liberarse de los aspectos negativos y peligrosos de la transmisión transgeneracional es comprender cómo el sufrimiento, la negación o la represión de los procesos traumáticos se alojaron en el inconsciente de nuestros antepasados y después en el nuestro. Es necesario observarse individualmente como en familia dentro del sistema al que pertenecemos.
    Cuando no hablamos los conflictos emocionales, nuestro inconsciente los expresa en el cuerpo como síntomas o enfermedades para avisarnos de que algo sigue pendiente de resolución. Es nuestra responsabilidad tomar conciencia de que podemos liberarnos de lo que está en nuestro inconsciente si lo sentimos, lo elaboramos y lo expresamos.

Imaginémonos que el árbol genealógico actúa como un camarero que lleva su bandeja, cargada con vasos y botellas, apoyada sobre una mano. Cuando un vaso se sale de su sitio (el individuo que toma consciencia), toda la bandeja se desequilibra y eso es lo que el camarero tratará de evitar. Debe encontrar el nuevo punto de equilibrio, es un momento donde el árbol «grita», se desequilibra el sistema.

  • ¿Hasta dónde podemos llegar por medio del transgeneracional?

    Es muy importante entender que cuando nos movemos llevamos a todo nuestro «clan» con nosotros. Se dice que junto a cualquier persona siempre viajan todos sus ancestros, unas catorce personas como mínimo. Los padres, abuelos y bisabuelos.

    En algún momento de nuestra vida escuchamos la «llamada» para realizarnos, pero una pared de resistencias se opone a nuestro avance, como una bestia que nos frena. En ese momento necesitamos encontrar a una figura que actúe como maestro/a que nos abra una puerta en esa muralla defensiva que es el árbol genealógico.

    BENEFICIOS

    Los beneficios que aporta el conocimiento del Árbol son muchos, ya que tenemos la posibilidad de acceder a situaciones excluidas de la conciencia familiar, tales como: tu nombre ¿a quién repites?, la lealtad familiar, los fantasmas o personas que se repiten, quiebra financiera, no encontrar o no durar con la pareja, mandatos de no tener hijos aunque ambos estén sanos, abortos, hijos fuera de matrimonio, hijos regalados, hijos no reconocidos, hijos ocultos, niños con enfermedades difíciles, secretos de familia, incestos, enfermedades mentales, vicios, adicciones, mamitis, abandono, violencia doméstica, ser víctima, ser abusador, etc. etc.

    Todo ello se transmite a generaciones posteriores para que alguien «elegido» por el clan, reviva ese conflicto generado por los ancestros y pueda resolverse al fin. Tú puedes ser ese alguien y eres inconsciente de ello, libérate ya.

    LA CONSULTA

    Es fundamental elegir un tema para la consulta del árbol, guiarse por la problemática que se vive en el presente como puede ser un síntoma físico, una enfermedad o una situación personal recurrente, como abuso, bancarrota, soledad, abortos, etc.

    LA SESION ES ONLINE

    Estaré contigo dos horas en la sesión para desprogramar ese tema que has elegido y llegar al punto de transformar tu vida y ser consciente de ello.
  • En la sesión hace falta que tengas a mano las fechas de nacimiento y fallecimiento de padres, abuelos y bisabuelos si tienes… en caso de que te falte alguna no hay problema.
  • En la sesión trabajaremos ese tema que te trae de cabeza y poderlo cambiar
  • Para el ejercicio que hacemos hace falta que tengas a mano 5 cojines de distintos colores
  • La sesión se deja grabada en la app de zoom para que puedas escucharla las veces que necesites.
  • Precio: 80€

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